Registro fotográfico realizado por Christian Carrillo
argumento: NO MIRAR
Esta
obra consiste en un dibujo circular, inscrito en un cuadrado de 60 x 60 cm.
Dibujo que ha sido elaborado por métodos tradicionales, entintado con
tiralíneas 0.05, donde el horror vacui que conforma hace resaltar la frase que
le da el nombre a la obra.
En
el interior del dibujo hay una serie de imágenes que forman planos de
profundidad, pero no cuentan con una perspectiva geométrica, por lo que es
difícil generar una lectura jerárquica de las figuras de la composición. En
otras palabras, no existe un orden dado por la lógica de los cuerpos que se van
perdiendo en un horizonte, lo que invita
a hacer la interpretación de un posible relato de modo aleatorio.
No
mirar es una obra que llama a todo lo contrario. Es una invitación a
encontrarse con el trazo, recorrerlo, distinguir las figuras que fueron hechas
con bordes difusos para impedir que a la distancia puedan ser reconocidas con
facilidad y que, en cierta medida, es una cosa que exige al observador
acercarse para hacer lectura de lo inscrito. En este sentido, el nombre puede
ser visto como algo paradójico, sin embargo, el imperativo “no mirar” no va
dirigido al espectador de la obra in situ, sino al espectador que observa desde
mecanismos de reproductividad relacionados con los monitores. La fotografía que
puede hacerse de la obra completa, difícilmente dará cuenta del trazo y tal
cosa se volverá imposible si acaso se pretende subir la misma foto a una red
social como Instagram, que baja la calidad de las imágenes, haciendo
desaparecer la línea que es reemplazada por manchas grises. Por su puesto, el
trazo puede ser rescatado y reproducido por medio de registro de detalles, pero
el fragmento no hace a la obra –del mismo modo que una mano o una pierna no
hace a un ser humano-, por lo que la experiencia artística que se ofrece
difícilmente se concreta sin hacer acto presente.
Victor Doblege