La verdad es que cuando estaba en segundo medio (2002) cursaba una enorme obseción por la pintura; acuarela que encontraba, la compraba. Lo mismo pasaba con los pinceles, papeles, etc.
Gracias a esa locura que me dió por la pintura en ese periodo, comencé a comprender que la textura es muy importante para lograr efectos...
también en ese año me volví loco por los detalles. Me ecantaba todo lleno de lineas.
Este barco es una de las pocas pinturas que guardo de esos días de locura
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