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domingo, agosto 12, 2018

Estudio sobre la belleza y lo sublime n°2 David Rockefeller


David Rockefeller, un hombre nacido en 1915, muere antes de cumplir 102 años el 2017 a consecuencia de una insuficiencia cardíaca. 
Está dentro de mis estudios, porque se negaba a morir y eso lo llevó a adquirir un rostro muy particular. 
Con respecto a su vida, hay mucha información en la red. Pero de todo, hay una cosa en particular que me llamó la atención, la cual vendría a ser el hecho de que pasó por seis operaciones de trasplante de corazón, siendo que el común de los mortales no consigue llegar a una sola, en caso de necesitarla.
Es cierto que durante un período de su vida se dedicó a hacer donaciones millonarias, ascendiendo éstas a un total superior a los 1000 millones de dólares, lo cual no dejaba de ser parte importante de su patrimonio. Pero un asunto así no hace de un hombre a alguien bello por dentro. Una cosa no tiene nada que ver con la otra. Puede que Rockefeller haya entendido que su dinero no podía ser llevado a la tumba y nada más. 
Entre tales asuntos -el mal gusto de demostrar apego por la vida de esa manera y  el carácter "filántropo" con que se ha tildado a Rockefeller-, no puedo tomar distancia y realizar un juicio al respecto de David. No sé si es precisamente bello o grotesco.  



"Cada vez que recibo un nuevo corazón es como un aliento de nueva vida, yo siento regresar la energía y la vida", declaró Rockefeller a los periodistas que fueron autorizados a entrevistar al paciente 36 horas después de la intervención quirúrgica. 


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