Hagiografía n°10: St. Drogón
Conocido como el Santo Patrono de las personas Feas
Drogó de Sebourg (Drogo; francés: Drogon, Druon, Dreux) (Epinoy en Artois, Carvin, 1118 – Sebourg, 1186), fue un eremita que vivió recluido en una celda durante cincuenta años. Es venerado como santo por diversas confesiones cristianas.
Su padre murió antes de que naciera él y su madre murió en el parto. A los diez años de edad, Drogón se enteró de cómo había muerto su madre e imaginó que él la había asesinado, lo que le causó grandes amarguras. Quizás por eso mismo se volcó completamente a Dios. Hacia los dieciocho años de edad, se dedicó a peregrinar en hábito de penitente; así visitó los santuarios de varios países, hasta que llegó a Sebourg, cerca de Valenciennes, donde empezó a trabajar como pastor al servicio de una señora llamada Isabel de la Haire. No pasó mucho tiempo para que se le comenzase a considerar como santo, incluso se le atribuyó el poder de la bilocación, que le permitía asistir a misa, sin dejar de cuidar el ganado.
Seis años más tarde, Drogón comenzó sus peregrinaciones. Había visitado ya nueve veces la ciudad de Roma, cuando apareció en él una hernia, que no podía ocultar, la cual vino a interrumpir su carrera de peregrino. Se retiró a una celda de una iglesia, donde podía seguir la misa por una ventanilla, sin molestar a los demás fieles. Jamás volvió a salir de ahí, ni siquiera cuando se declaró un incendio en la iglesia. Vivió todavía cuarenta años, a pan y agua, sufriendo. Las gentes del lugar le veneraron como santo desde el momento de su muerte. Su tumba sigue siendo todavía un sitio de peregrinación.
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